Muertes y liberaciones que educan

Asistimos a hechos esperados desde hace tiempo. Los calificativos dependen de la ideología y posicionamiento de cada uno. Son contenidos de los que se pueden deducir aprendizajes interesantes.
Veamos ejemplos muy recientes:
- El anuncio de ETA de que pone fin a la violencia terrorista después de 43 años de usarla. El uso de la muerte y las desgracias ajenas, independientemente de los objetivos trazados, no justifica el fin. Hablar con los alumnos de los grupos terroristas es útil. Incluso desgranar los ideales de su lucha y las posibles formas para conseguirlos, o no.
- La muerte del mandamás libio Gadafi: reflexiones en torno al despotismo, el petróleo, las puestas en escena, quienes le apoyaron y se pavonearon con él y ahora no se atreven a abrir la boca, la imagen de la mujer en su reinado, los grupos rebeldes.
- La liberación de un soldado israelí a cambio de presos palestinos, con cientos de muertes de por medio. La lucha continua de dos países por sobrevivir y entenderse.
- La muerte hace unos días de Steve Jobs: qué decir que no se sepa de su filosofía de vida, innovaciones, emprendeduría, filosofía, visión de la existencia. Apple como una metamarca, Apple como paradigma.

Muertes y liberaciones que sirven para educar y extraer conclusiones, también en las aulas.

Mundos privados en espacios públicos

A veces el periodismo ciudadano no deja de ser más que un conjunto de comunicaciones privadas en espacios públicos. Comentarios en blogs como éste o, simplemente, el escuchar qué se dice por teléfono móvil en trenes, metros, autobuses, hospitales, bares son ejemplos de cómo lo más íntimo puede ser lo más publicado.
A menudo no nos queda más remedio que escuchar, disimular, valorar y llegar a la conclusión de cómo aún hay mucho camino por recorrer  en nuestra publicación de intimidades. El móvil hoy es el mayor altavoz de aquello que no le contaríamos a casi nadie, el micrófono de un móvil como si fuera una cabina insonorizada, los problemas al alcance de todos. Gritos, gestos con las manos sin parar, entonaciones diversas, órdenes, decir lo que debes hacer aunque yo no predique con el ejemplo. Son otros modelos de comunicación muy pública. O quizá falta de una nueva forma de comportarse con la tecnología cuando ésta es una trampa para que las muecas de los demás insinúen que ellos  también forman parte de la conversación que escuchan sin querer.

¿Qué más nos traerá Internet durante este 2011?

Añadamos la última cosecha de predicciones hechas por consultores, publicadas por el diario ABC en su edición de hoy.
Muy interesantes las diez principales tendencias del mundo digital para 2011.
ABC

Usuarios 2011: agoreros y futurólogos

Para usuarios y usuarias de redes interconectadas, de retículas digitales invisibles pero que se notan.
Quienes siempre echan la vista atrás se adelantan al futuro sólo comparándolo con partes del pasado. Dicen que se escribirá menos, que lo hecho hasta aquí poco a poco desaparecerá. Que progresar es casi incompatible con olvidar los siglos anteriores.
Aquellas personalidades que forjaron lo que tenemos hoy día se hubieran enganchado a las innovaciones actuales, si ahora estuvieran presentes aquí. Y mejorarían lo que hay. Seguro. Mentes abiertas como aquéllas están bien visibles hoy y no serían retrógadas: ellas que siempre se adelantaron al futuro.
Era buena gente que estaría atenta y participaría de las once tendencias para 2011. Que reflexionaría sobre el impacto de las redes sociales entre la generación joven, sobre las nuevas formas de "existir"con variados perfiles más o menos reales, con sus ventajas e inconvenientes. O que no les importaría cambiar y probar otras máquinas, ésas que amenazan las ventas de los ordenadores tradicionales pero introducen otros formatos, otros usos de los contenidos: son las tabletas tipo iPad.
Y seguro que mejorarían mucho su escritura en blogs siguiendo pocos pero doctos consejos. Y no hablemos del casi imprescindible power point. Cualquier explicación con el apoyo de esta herramienta mejoraría si se siguieran algunos buenos consejos.
Mirar hacia adelante sin olvidar el pasado evita esos agoreros y futurólogos que viven en la inopia.