domingo, 27 de marzo de 2011

Mundos privados en espacios públicos

A veces el periodismo ciudadano no deja de ser más que un conjunto de comunicaciones privadas en espacios públicos. Comentarios en blogs como éste o, simplemente, el escuchar qué se dice por teléfono móvil en trenes, metros, autobuses, hospitales, bares son ejemplos de cómo lo más íntimo puede ser lo más publicado.
A menudo no nos queda más remedio que escuchar, disimular, valorar y llegar a la conclusión de cómo aún hay mucho camino por recorrer  en nuestra publicación de intimidades. El móvil hoy es el mayor altavoz de aquello que no le contaríamos a casi nadie, el micrófono de un móvil como si fuera una cabina insonorizada, los problemas al alcance de todos. Gritos, gestos con las manos sin parar, entonaciones diversas, órdenes, decir lo que debes hacer aunque yo no predique con el ejemplo. Son otros modelos de comunicación muy pública. O quizá falta de una nueva forma de comportarse con la tecnología cuando ésta es una trampa para que las muecas de los demás insinúen que ellos  también forman parte de la conversación que escuchan sin querer.

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